Las distintas eventualidades de la rutina diaria hacen que a veces el ejercicio regular se vuelva una tarea más complicada, lo que puede llevar a la inquietud sobre las consecuencias de un parate prolongado de la actividad en nuestro cuerpo.
Qué ejercicio quema más calorías: ¿caminar, levantar pesas o andar en bicicleta?El descanso en la actividad física es parte fundamental de la misma y su importancia es resaltada por los diferentes especialistas. De acuerdo a la Escuela Estadounidense de Medicina deportiva, nuestro cuerpo necesita descansar para recuperarse de las series de ejercicio no solo para restablecer nuestra energía, sino también para no sufrir de consecuencias como dolores musculares, lesiones y fatiga. Así, el Consejo Estadounidense de Ejercicio destaca que es necesario descansar entre 48 y 72 horas entre actividad para que los músculos se recuperen.
¿Cuándo comenzamos a perder fuerza luego de detener la actividad?
Pero ahora bien, cuando los parates son más largos, las consecuencias pueden presentarse en nuestro cuerpo inesperadamente, aunque los tiempos de su aparición pueden variar dependiendo de diversos factores. Sin embargo, existe una convención entre los expertos que establece que estar más de dos días sin entrenar puede afectar a nivel psicológico a los deportistas, disminuyendo su motivación.
Las consecuencias de los parones también se evidencian a nivel físico en un lapso no tan prolongado de tiempo. De acuerdo a un estudio elaborado por la Skidmore College, el metabolismo podría disminuir un 4% si nuestro descanso se prolonga más de una semana, lo que pronto se traduce en el aumento de un kilo en quince días.
Respecto al nivel de masa muscular, la pérdida es menos instantánea según los expertos. "La fuerza muscular se conserva inicialmente, pero después de dos a cuatro semanas, notarás pérdidas en la fuerza y el tamaño muscular", asegura el doctor Graeme Close, profesor de Nutrición deportiva y metabolismo deportivo en la Universidad John Moores de Liverpool. Así es que una persona puede permanecer entre tres y cuatro semanas sin percibir los efectos de la pérdida de fuerza.